jueves, 15 de enero de 2009

¿Información?: arma de manipulación masiva

Como todos sabemos, la información, hoy en día, está pasando por los mejores momentos en el aspecto de la infraestructura que la propaga; ésta se sigue transmitiendo por los medios clásicos como son los periódicos, la radio y la televisión, contando además con el apoyo de nuevos y contemporáneos medios, como son la red Internet, la telefonía móvil, etc. Por el contrario, en el aspecto de la veracidad, la información está bastante prostituída. La confianza de la gran parte de los espectadores se vuelca hacia los medios mayoritarios, medios que manipulan los contenidos a su antojo, traicionando la función informativa, desviándose deliberadamente de la objetividad, buscando siempre un interés definido.


De éste análisis pueden salir varias conjeturas, entre ellas, el dilema entre ¿qué información puede resultar mejor?, ¿la información privada o la pública?. Ésta última, acarrea el hecho de que el gobierno de turno intervenga en la objetividad claramente, apropiándose de medios de comunicación para ejercer la demagogia. La otra opción, es decir, la privada, también induce a una subjetividad, dado el hecho de buscar intereses propios. Hasta aquí parece (y está) jodida la cosa, y no tenemos otra opción que la de comparar informaciones, obteniendo así la capacidad de pensar por nosotros mismos, realizando análisis de las situaciones, auto-conduciéndonos hacia la máxima objetividad posible.

Ahora bien, traslademos eso a nuestro entorno, en la actualidad, el medio más directo e influyente es la televisión. En el estado español, la información que podemos encontrar ofrece un abanico bastante pobre con respecto a las diferentes ideologías que existen; eso sí, me refiero a ideologías respetuosas de los derechos básicos humanos; con lo que el comparar informaciones es una tarea bastante difícil en éste medio tan cómodo de ver. Aun así, existen otras posibilidades para encontrar diferentes formas de analizar una noticia, existen periódicos alternativos donde la información no es pretenciosa en ningún momento, en la radio sobreviven diferentes programas donde aun salvan la dignidad periodística, aunque siempre hay que tener cuidado, no nos vayamos a encontrar con emisoras como la COPE, en ese caso podremos decir “con la iglesia hemos topado”. Otro medio, el cual está súper habitado de información/desinformación es Internet, aquí puedes encontrar de todo y de forma gratuita.

En fin, la información está al servicio del espectador, éste solo tiene que interesarse y moverse un poco para encontrarla, y no solo contentarse con las chapuzas que nos dan por las cadenas televisivas que lo único que dan son noticias pretenciosas y solo encontramos a lameculos de pepeístas y pesoístas con un fin claro, la propaganda del capitalismo neoliberal, abanderada por el oportunismo y la fuerza de los intereses económicos, sin dejar de lado el boicot a todo lo que esté en contra de ésta corriente.


Tras ésta larga introducción os dejo con un comentario que ha dejado “Javieer” en el artículo titulado “La propaganda sionista-Goebbeliana de Libertad Digital” – “Artículo sobre los 11 principios Goebbelianos de la propaganda nazi y su aplicación sistemática por parte de Libertad Digital en el tratamiento informativo del actual genocidio israelí en Gaza…” de la página Kaos en la red. El comentario deja ver la inclinación de los medios de comunicación mayoritarios aquí en España, además de dar una opinión sobre cómo se está dando la información en este país y aclarando en qué consistiría realmente ésta práctica.

"Hay que analizar en profundidad el discurso, no solamente en relación al contenido sino a su estructura. Esto revela muchas cosas, por ejemplo, la descubierta aquí por el compañero: que con relación a Libertad Digital estamos ante un discurso autoritario, que no va a la razón ni a la inteligencia, sino a manipular. Es la violencia del discurso.

Ahora bien, con diferentes contenidos, todos los discursos de los medios de comunicación oficiales, Telecinco, grupo Prisa y un largo etc... han adoptado esta forma. Es una guerra mediática, una guerra entre ellos, y por tanto necesitan adeptos. El único discurso cuya estructura es democrática se encuentra en páginas como kaosenlared, no porque defienda valores democráticos (he leído artículos a veces demasiado estalinistas para mi gusto, otros muy destructivos, así como opiniones de compañeros muy intransigentes con los demás), no es el contenido, sino el espacio. Aquí todo tiene cabida, aquí se habla de todo y desde todos los puntos de vista. Aquí hay un compromiso con la verdad, el cual asume, con condición sine qua non, que quizá uno no lleve siempre la razón, y que por tanto ha de estar abierto a las razones de los demás. Quizá porque aquí no hay más motivación que informar de verdad, no de lavar cerebros.

Además, informar a la gente no es darle noticias a cascoporro. Los mass media han creado un modelo de información que se asume como válido. La mitad de las noticias no son importantes y la otra mitad están creadas a propósito para desviar la atención. Pero, con relación a la forma, sobre todo a su fugacidad y su descontextualización (surgen y desaparecen sin más causas ni más efectos que el mal por el mal o la desgracia porque sí) la información no es eso. La información es obligar al cerebro a adentrarse en los problemas que están sucediendo, que están en curso y que más nos pueden afectar. No es decir si la bolsa sube o baja hoy, sino ¿por qué?, ¿qué consecuencias tendrá? y, lógicamente plantear un debate social de calado ético sobre los medios a emplear para solucionar el problema.

Que tenga un calado ético no implica un peligro siempre y cuando exista un texto democrático donde puedan darse todas las valoraciones del hecho. Saber los muertos que hay en Palestina es importante, pero más importante aún es conocer en profundidad la verdad de lo que ocurre, que a su vez es sacar a la luz la naturaleza de las relaciones políticas existentes y, más incluso, esenciales, válidas para todo sistema. Es decir, informar e ilustrarse a la vez. La información es ilustración no sólo sobre los hechos contingentes, sino sobre su naturaleza esencial. Conocer el por qué de una guerra concreta debe llevar a la comprensión del sentido profundo de las guerras en todas las épocas, conectando con la realidad de las relaciones políticas y humanas. Hay que ser realistas y asumir las cosas como son, no para someterse a ellas sino para poder cambiarlas (se confunde realismo con pesimismo y asunción sumisa de valores)".



Fuentes:
www.kaosenlared.net (comentario y foto)
http://granada.cnt.es/ (foto)

No hay comentarios: